Rice & Shine en Casa Dinamarca: Celebrando la creatividad mexicana
La moda, belleza y creatividad mexicana se reúnen en un espacio único en la colonia Juárez de la Ciudad de México.
Vivir con vitiligo ha marcado toda mi vida. Es una enfermedad autoinmune, pues mi cuerpo destruye la melanina en mi piel, dejando zonas muy blancas. Claro que mientras crecía, viví momentos terribles. Ser diferente en este mundo a veces es una maldición.
Desde la niñez, las diferencias físicas definitivamente son una puerta abierta para juicios, que bien podían ser inocentes e ingenuos, pero que igualmente abrieron una pequeña puerta en mi cabeza, en la que yo misma empecé a juzgar esas manchitas extrañas en mi piel.
Recuerdo una vez que regresé de la escuela, en lágrimas, pues los niños pueden llegar a ser muy crueles. Desde ese punto en adelante, mi mamá siempre se encargó de convencerme que mis manchas eran como estrellas en una galaxia. Me convenció que cada que nacía una más en mi piel, era por un momento importante en mi vida.
Como estrellas en el universo, puedo contar cada mancha hasta que se vuelvan tantas que se me hará imposible. Demuestran todo el camino que he llevado y el que me falta por llevar. Pues para mí no son señales de vejez o falta de cuidado, son una simple marca de mi pasado y de mi presente. Una galaxia sin estrellas sería increíblemente aburrida, así como una piel sin marcas.
Siempre fue importante para mí encontrar una rutina de skin care que disminuya la marca, más no la eliminará. Que proteja mi piel en mi día a día y me prepare para el mañana. Por estas razones me encantan los productos de Rice and Shine. Cada mañana despierto con ganas de disfrutar de sus maravillosos aromas y de la suavidad e hidratación máxima con la que deja mi piel. Siempre estoy segura que mi piel estará protegida, ya que le tengo mucho cariño a mis manchitas, por eso las cuido día a día.