Rice & Shine en Casa Dinamarca: Celebrando la creatividad mexicana
La moda, belleza y creatividad mexicana se reúnen en un espacio único en la colonia Juárez de la Ciudad de México.
El skincare y maquillaje han acompañado al ser humano durante siglos, sirviendo para diferentes necesidades dependiendo del contexto de cada cultura. Es interesante enterarnos que mucho de lo que hacemos hoy, nace a partir de lo que nuestros antepasados hacían.
La primera vez que se registraron estas prácticas fue en Egipto, hace más de 6000 años. Muchas veces el uso de cosméticos va dirigido a un tema estético y para los egipcios no cambiaba esta perspectiva. El maquillaje de ese entonces se usaba para honrar a distintos dioses y para resaltar algunas facciones, pero sí había algo más detrás, que era usarlos para protección contra los rayos del sol y otros factores del desierto que podrían afectar su piel de manera negativa. Uno de los recursos que tenían a la mano eran exfoliantes hechos de arena del mar muerto y aloe vera para rejuvenecer y suavizar la piel. Para humectar la piel, las mujeres usaban mascarillas de miel y leche; es de aquí donde nos encontramos con la famosa idea de Cleopatra bañándose en miel para dejar su piel preciosa.
En Grecia y Roma retomaron mucho de lo que hicieron los egipcios, poniendo un valor muy alto al cuidado de la piel. Se usaba mucho la miel para humectar y aceite de oliva y arena para crear un bloqueador natural. Un dato curioso es que en estas civilizaciones tenían esclavos llamados cosmetae que estaban encargados de mantener los cuerpos y caras de sus “amos” suaves y limpios, quitando pelito por pelito con sus propias manos.
Durante la época medieval y el renacimiento en Europa había muchos ingredientes en común para el cuidado de la piel. Muchas cremas estaban hechas de grasa animal. El aloe vera, romero y pepino se usaban para limpiar la piel y el pan empapado en agua de rosas se usaba para tratar los ojos hinchados.
En el siglo XIX, el cuidado de la piel se volvió algo de cajón. Con precios mucho más accesibles, muchas personas comenzaron a cuidarse. El óxido de zinc y jugo de limón se usaban para aclarar la piel, el primero usualmente causaba reacciones alérgicas terribles. Las yemas del huevo, miel y avena se usaban para limpiar y exfoliar la piel, buscando disminuir los granitos y suavizar. Durante esta época nacieron marcas como Vaselina, y Chapstick acompañadas del talco para bebé que, hasta hoy en día, pueden ser partes esenciales de las rutinas de todos los días de algunas personas.
A partir del siglo XX llegaron a la luz muchísimas marcas conocidas como Ponds, Olay, Estee Lauder y Clinique. Durante estos años se inventó el bloqueador solar como tal, ya no se basaba en cuidarse del sol con los elementos al alcance, sino que ya había una fórmula mucho más suave, efectiva y portátil para evitar el daño de los rayos UV. En los 80 empezaron a considerar que los productos con elementos naturales eran de suma importancia, por lo que la gente más que nada buscaba y sigue buscando cosas que puedan ponerse en la piel que no los exponga a químicos dañinos.
En Rice & Shine creamos una línea de productos que están hechos con base en nuestras creencias. Lo natural, vegano y cruelty-free es lo de hoy. Con nuestras cremas y aceites hemos logrado tomar los conocimientos de nuestros antepasados para traducirlos en lo que hoy conocemos; el secreto del arroz es lo que revolucionó la forma en la que nosotros queremos dejar una marca en tu piel.