Cicatrices: el miedo a mostrarme tal como soy

Desde que era una niña, Regina se acostumbró a que la gente mirara las cicatrices en su cuerpo con curiosidad, indiscreción y, a veces, con asco. "Las personas no se fijaban en mis ojos, en mi nariz o en mis manos; su atención siempre iba dirigida a las cicatrices en mi cuerpo, resultado de una caída que sufrí en casa cuando era muy pequeña", nos cuenta.

 

¿Cómo cambió tu vida a causa de tus cicatrices?

A partir de entonces, las miradas de conocidxs y extrañxs eran algo habitual en mi día a día. Comentarios no solicitados, así como preguntas indiscretas, surgían en cualquier momento y podían venir de cualquier persona. 

¿Tenerlas afectó tu vida personal?

Sí. En la escuela tenía pocos amigxs, pues constantemente era objeto de burlas de mis compañerxs por tener esas marcas en mi cuerpo y, la mayoría de las veces, chicxs y grandes se referían a mí como “la niña de las cicatrices”. 

 

Siempre que trataba de acercarme a alguien, inevitablemente surgía la pregunta más temida: “¿Qué te pasó?”. Durante esos años me convencí de que, para evitar narrarle la historia de mi accidente a todo el mundo, lo mejor era aislarme y pasar desapercibida, dejar atrás el intento de hacer amigxs y simplemente volverme invisible. Con el tiempo me volví una persona insegura, callada y siempre a la defensiva.

 

¿Cuándo comenzaron a cambiar las cosas?

Un día decidí que estaba cansada de vivir escondida. Me propuse aceptarme tal como soy y, aunque al principio no fue sencillo, hoy reconozco mis cicatrices como algo que forma parte de mi historia de vida, pero que no me define. Dejé de ocultarme y comencé a mostrarme tal como soy, dándome cuenta de que tengo mucho más que contar. Ya no intenté eliminarlas, pues ahora entiendo que es imposible y me propuse cuidarlas.

 

 

 

¿Buscaste algún tratamiento?

Mis papás trataron de ayudarme llevándome con dermatólogos que me recetaban cremas y productos para mejorar la apariencia de mis marcas; sin embargo, éstas nunca desaparecieron por completo e, incluso, muchas de las lociones me irritaban la piel, empeorando la situación y haciendo que perdiera la esperanza de poder llevar una vida normal sin ser señalada por esas marcas provocada por un accidente que ni siquiera recordaba. 


En las reuniones familiares me aislaba y era imposible que accediera a salir en alguna foto, siempre avergonzada y lista para recibir algún comentario, remedio casero o consejo por parte de mis conocidxs para eliminar esas marcas tan odiadas por mí y que, día tras día, me recordaban que yo era diferente a lxs demás.

 

¿Cómo las cuidas?

Trato de hacerlo con productos naturales y libres de parabenos, pues son la combinación perfecta para cuidar de mi piel y sentirme completamente segura con mi historia de vida.
Además, mi dermatólogo me explicó que la vitamina E es increíble para regenerar la piel con cicatrices y afortunadamente descubrí el aceite de Rice & Shine. Es el único producto en el que he encontrado la cantidad ideal de esta vitamina para ver cambios en mis marcas. Me encanta porque ya no intento esconderlas, pero con el aceite de Rice & Shine puedo mejorar su apariencia y mostrarlas con seguridad.

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